Ya habrán leído o se podrán imaginar mi molestia por ser hipoacúsico y lo que me genera, empecé con problemas auditivos a los catorce años, un año después tuve dos cirugías fallidas que me quitaron audición, fue un poco traumático para mí y más que nada para mi familia. Usé un audífono chiquito (intracanal, de los que van adentro del oído y “no se ven”) durante 5 años, pero ya no sirvió más… mi oído bueno compensaba a ese malo pero dejó de ayudarlo… asi que bueno, ahí me deprimí un poco porque nada más tenía 19 años pero la vida seguía, no? Sin embargo, a veces estaba con gente (amigos mas que nada) y tenía ganas de pedir un Uber e irme a mi casa, me costaba estar ahí, en la conversación…

No soy escritor, pero lo que sí: tengo esperanza. La había perdido pero empecé a probar diferentes aparatos auditivos y la recuperé… elegí cual quería, cual se escuchaba mejor y cual me garantizaba una mejor audición. Luché porque la prepaga lo cubriera ya que costaba miles de dólares y lo conseguí. En el medio del coronavirus, logré operarme y acá estoy transitando el postoperatorio, después de 5 días con un vendaje molesto en la cabeza.

Lo que me llevó a escribir esto fue algo que constantemente me dijeron esta semana: que era muy valiente, perseverante y que no entendían cómo me animaba a seguir entrando al quirófano.

Si no fuese porque me genera un poco de dolor e impresión cuando muevo la cara y me aprieta el vendaje, no hubiera contenido las lágrimas recién. Pero no voy a eso.

Lo que quiero decir es que acabo de darme cuenta o al menos de creer que no todos buscamos tener una vida mejor, o simplemente que quizás no todos nos animamos a dar pasos para tener una vida mejor.

A mi simplemente me molestaba escuchar mal o no escuchar, perderme conversaciones… la solución que encontré fue hacerme un implante, operarme, ir al quirófano… no se si está mal o bien, para mi es lo que tenía que hacer. Pero no importa, quizás el medio sea difícil, pero el fin valga la pena.

Creo que vivimos una sola vida y si podemos vivirla bien y mejor, no tenemos que dejar pasar esa oportunidad… cualquier problema que tengamos, si tiene solución y es “cuerda” yo no lo dudaría, me lanzaría.

Ya pasaron cinco años desde que me considero hipoacúsico, tres cirugías, un audífono, un implante, muchas y muchas lecturas, visitas a médicos, fonoaudiólogas y audiologas… EL TIEMPO VUELA.

Esa es toda mi reflexión por hoy: EL TIEMPO VUELA, vivamos!!!

Image by Angeles Balaguer from Pixabay


2 comentarios

Faty · 24 de diciembre de 2022 a las 19:12

Holaaa! Cómo estás? Mí nombre es Fátima ,te empecé a seguir hace poco tiempo en las redes ,realmente me interesa mucho todo lo que describis en tu blog ,debido a que tengo un hijo de 5 años que nació con una disgenesia auditiva ( no tiene conducto de un oído ,ni oreja ) .
Está la probabilidad de que puedan implantarlo , lamentablemente hace meses estamos a las vueltas con la obra social .
No me preguntes porque,pero sentí la necesidad de escribirte y de algúna manera me gustaría seguir en contacto .
Te deseo una muy feliz nochebuena ……

    hipoacusico · 24 de diciembre de 2022 a las 20:24

    Hola Fátima! Cómo estás?
    Si te parece escribirme por Instagram a @osia.cochlear y veo como puedo ayudarles con el tema de la obra social, hay muchas cosas posibles a hacer, muchos caminos que se pueden tomar para conseguir el implante!!
    Escribime y veo como puedo ayudar!
    Abrazo y feliz navidad!!

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